Hace escasos dos días saltaba la noticia de que los traslados en ambulancia dejaban de ser gratis. El trayecto costaría 5€ y si este fuese de ida y vuelta, 10€. Esto hizo saltar las alarmas y la indignación de los que tienen la mala suerte de seguir en España.
Mientras algunos seguían protestando «para eso me cojo un taxi» decía una tuitera, Lo que no pasa conocía el nuevo giro de la noticia. El Gobierno vio tan blanda la nueva normativa que ha decidido que se instaurarán ‘ambulímetros’. Sí, el primo-hermano de los taxímetros. Este ambulímetro se pondrá en marcha desde que se realice la llamada del enfermo hasta que la persona sea trasladada al hospital. «El precio aumentará si la llamada se hace por la madrugada con la consiguiente tarifa de noche» comentaba Ana Mato, ministra de sanidad, servicios sociales e igualdad. Además, cuando el enfermo ya se encuentre en la ambulancia, el ambulímetro aumentará en 20 céntimos por cada estornudo o queja que realice el enfermo porque se consideraría «molestia».
En el caso de que el estado del enfermo no sea de suma gravedad y esté previsto que no tarde demasiado en ser atendido y dado de alta, la ambulancia esperará fuera con el ambulímetro en marcha hasta que el enfermo sea reconocido y lo lleven esa misma noche de vuelta a casa.
Se estima que aquella persona que tenga que ser trasladado por la ambulancia ida y vuelta en la misma noche desde una distancia de unos 4km desde casa hasta el hospital, gastará una media de 83€: 8€ de ida, 8€ de vuelta y 67 mientras la ambulancia espera fuera. Esto sin contar que el paciente «moleste» con estornudos o quejas, o haga el trayecto de madrugada. En este caso, la tasa aumentaría hasta rozar los 100€.
Desde La Moncloa, Mariano Rajoy, ha comentado: «mejor que ustedes se arrastren hasta el hospital o se tomen un ibuprofeno y a dormir. Dejad de dar por culo, hombre ya, que hay niños en África muriendo todos los días y ¿los veis de quejarse? NO ¡Maricas! ¡Qué sois unos maricas!»
Lo que no pasa 